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César Alcalá analiza su libro Mentes que se pudren en el infierno, de la editorial SND. Por Javier Navascués

César Alcalá analiza su libro Mentes que se pudren en el infierno, de la editorial SND. Por Javier Navascués

César Alcalá Giménez da Costa es un prestigioso historiador, político y escritor español, especializado en la historia del carlismo y la guerra civil y otros muchos temas relacionados con la historia de España. Colabora en revistas como Actas, Revista del Vallès, e-noticies.com, La Razón, COPE, Economía Digital, El Catalán. Ha colaborado en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia. En esta ocasión habla de su último libro Mentes que se pudren en el infierno.

¿Por qué un libro titulado Mentes que se pudren en el infierno?

Forma parte de un título más largo que luego hice más corto. Originalmente era “Ahí donde los muertos de hambre se pudren en el infierno”. La primera parte desapareció y, como que la mente de todos los personajes que aparecen en el libro tienen algo de oscuro, paso a ser el titulo definitivo. Es un título impactante y que define perfectamente lo que el lector se encontrara, personas perturbadas que, como consecuencia de ello, han cometido mil y un actos que hielan la sangre.

¿Cuál es el denominador común de todas esas mentes?

El asesinato y los fenómenos inexplicable. Por las páginas de libro pasan asesinos en serie, vampiros, licántropos, dementes, madres de familia, figuras fantasmales. Se mezclan historias reales, leyendas inventadas o tradiciones. Todos ellos tienen en común que son hombres y mujeres marcados por un destino del cual no podían escapar. Todos ellos forman parte del lado oscuro del ser humano.

¿Cómo ha sido el proceso de selección de esas personas de vidas siniestras?

Estas historias las he ido recopilando desde hace años. Al final he tenido que seleccionar unos y dejar apartados a otros. ¿Por qué han sido estos y no otros? La verdad es que es complicado contestar a la pregunta. Todos estos personajes tienen algo que engancha. Como digo en la introducción, hace muchos años era tradición explicar historias a la luz del fuego, en las largas noches de invierno. Estas historias han quedado casi olvidadas con la llegada de las nuevas tecnologías. Ya no hay gente mayor que intente atemorizar a los más jóvenes. Por eso esta selección de personajes, para que estas historias y leyendas no se pierdan y queden en el olvido.

A veces se confunden los personajes históricos reales y hechos constatados, con la leyenda y la ficción, ¿Cómo podemos diferenciarlos?

El lector lo tiene muy fácil. Al principio de cada capítulo se ha incluido una breve introducción donde se explica la realidad de lo que va a leer. Es decir, si el relato está basado en un personaje real, en una leyenda o es una historia inventada.

Es en cierta manera muy interesante esta mezcla de realidad y fantasía.

Considero que sí. Estas historias han formado parte de nuestra cultura. Aquellas historias que se contaban delante de la lumbre luego pasaron al cine. Quiero recordar una cosa. La novela Frankenstein surgió de una reunión entre escritores que se retaron a escribir una historia de terror. Era verano de 1816, en Ginebra. En la casa de Lord Byron. Este propuso escribir una historia de terror. Mary Shelley escribió Frankenstein y Lord Byron escribió Prometeo. Aquellas historias fantásticas, de miedo, se han repetido a lo largo del siglo XX en las pantallas de los cines y la TV. Al ser humano le gusta ser sorprendido y las historias de este libro les sorprenderán.

Usted ha recopilado casos, pero muchos de ellos ha decidido escribirlos usted mismo. ¿Por qué?

Casi todas las historias las he escrito yo. Me he basado en casos reales, documentándome y luego redactando un relato sobre el personaje. Con respecto a las leyendas y tradiciones, tomando como base lo que se ha contado, se ha escrito un relato en el cual se mezcla lo conocido con la improvisación del momento. Cada capítulo cuenta una historia que, bien se podría explicar en la largas noches de invierno. Ha sido un reto hacerlo, pero ha valido la pena. El resultado ha sido satisfactorio, al menos a mi me lo parece y espero que el lector esté de acuerdo con lo que acabo de decir.

¿Cuál es la mente más terrible y macabra de todo el libro?

Es complicado. El personaje de la portada del libro, Andrei Chikatilo, es quizás un personaje terrible, por lo que hizo. Es mítico, por así decirlo. Ahora bien, también podríamos escoger a Vlad Tepes, por su relación con el Drácula de Bram Stoker, aunque ambos personajes no tienen nada que ver. Stoker no se inspiró en Tepes para escribir su obra. Luego nos hiela la sangre las historias relacionadas con el vampirismo. Existe una gran tradición, sobre todo en el centro de Europa, sobre estas leyendas que relacionan a algún habitante con el Príncipe de las Tinieblas. Estoy convencido que el lector escogerá u personaje preferido y que disfrutará con cada uno de ellos.

Usted afirma que el lado oscuro convive con nosotros, pero afortunadamente no siempre es así, hay mucha gente con vidas afincadas en el bien y sin nada turbio.

Por descontado. Hay muchas más personas afincadas en el bien que en el mal. Por eso nos atrae tanto este terreno lúgubre, extraño y misterioso. No comprendemos como es posible que ciertas personas puedan cometer esta serie de asesinatos o actos vinculados con el mal. No entendemos como Chikatilo, por ejemplo, pudo asesinar a 52 personas para satisfacer sus deseos más siniestros. Y no lo entendemos porque formamos parte del bien. Ahora bien, como que no lo entendemos, nos atrae conocerlos. Queremos que se nos hiele la sangre. De ahí que nos atrapen estas historias y deseemos conocerlas. Forma parte del morbo que, cuando nos hiela la sangre, nos hace sentir vivos.

No deja de ser un misterio teológico el problema del mal, en realidad es el mal uso de la libertad.

Evidentemente puede ser un misterio teológico, aunque en muchas ocasiones también está vinculado a enfermedades mentales. Todos tenemos muy claro lo que es el bien y el mal. Esto es una herencia, dentro de la tradición judeo-cristiana, de los Libros Sagrados. En otras culturas se expresa de manera diferente. En el fondo no deja de ser la eterna dualidad de la ética humana. El bien y el mal son dos conceptos contrapuestos los cuales representan la eterna dualidad que vive durante el transcurso de su vida el ser humano. San Agustín decía que “la soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”. Esta eterna dualidad ha sido tratada desde Platón hasta Nietzsche, por ejemplo. Algunos opinan que el Bien y el Mal deben estar equilibrados para que las cosa transcurran con normalidad. Podríamos hablar mucho sobre este tema y, al final concluiríamos en lo que le he dicho, es la eterna dualidad de la ética humana.

¿Qué es lo que aporta el libro y por qué merece la pena leerlo?

El libro le aporta al lector una serie de historias que, con toda probabilidad desconocen. Historias que forman parte de nuestra cultura o no, eso no importa. Personajes de aquí y de allí. Esto es lo que menos importa. También dentro de nuestra cultura tradicional hemos adaptado tradiciones que no son de aquí. Ahora que nos acercamos a la Navidad recordar a Santa Claus, que es un personaje universal. Pocos recuerdan que el obispo Nicolás de Bari evolucionó al Sinterklass de los países nórdicos, que viajó al Nuevo Mundo y que Clement Clarke Moore inmortalizó en A visit from St. Nicolas en 1823. Lo mismo me gustaría que ocurriera con estos personajes. Que sin importarnos el origen, se convirtieran en personajes cercanos. Y a la pregunta de porque merece la pena leerlo, la respuesta es sencilla. Disfrutaran con su lectura y pasaran un buen rato. Eso sí, Mentes que se pudren en el infierno no les dejará indiferentes.