Lorenzo Fernández Navarro
Lorenzo Fernández-Navarro de los Paños Álvarez de Miranda, nace en Madrid el 31 de enero de 1950. Es el segundo de diez hermanos. Son sus padres Jesús María Fernández Medrano (que por unir los dos apellidos paternos -para que no se pierda Navarro de los Paños- su filiación pasó a ser Fernández-Navarro de los Paños Medrano) y su madre Mercedes Álvarez de Miranda Vicuña.
Casado con la coruñesa Cristina Lage Fernández Cervera, tienen cuatro hijos, los cuatro varones -a quienes su padre le gusta referirse como la mesnada de la reconquista- y seis nietos, el séptimo en camino. Lorenzo Fernández Navarro -como simplifica sus apellidos- pasa la infancia en Madrid, donde en los largos paseos con su padre. se despierta su vocación militar. Su amor a España y la admiración por las gestas de su historia y de sus héroes.
Como le dice a sus hijos al hablarles del abuelo, no olvidéis que sois nietos de un héroe en dos guerras. Porque efectivamente, su padre, tras combatir como requeté en la Cruzada y ser gravemente herido, marchó voluntario a la División Azul ya como teniente, para tomar parte en la Cruzada Europea contra comunismo. Sobreviviendo a los combates de Krasny Bor y retirándose con el empleo de coronel de infantería.
Lorenzo Fernández Navarro ingresó en el Ejército en 1971 y pertenece a la XXX promoción de la Academia General Militar, Arma de Infantería. Salió teniente en 1975 y, como le gusta recalcar por estar orgulloso de ello, la XXX promoción de la AGM es la última que tiene sus despachos de oficial firmados por el Caudillo. También es la última que tuvo ocasión de ir destinada al Sahara Español, por donde pasó una buena parte de la promoción. Él concretamente estuvo destinado voluntario en la Agrupación de Tropas Nómadas del Sahara, hasta la forzada evacuación por haberse entregado el Territorio.
A lo largo de su carrera profesional ha tenido quince destinos. Dieciséis si contamos los tres meses que fue Alcaide del Castillo de la Palma en El Ferrol del Caudillo y que el contabiliza -como un destino más de honra y de suerte, amiga del más bravo y compañera- parafraseando el famoso soneto de López Anglada.
Entre los cursos realizados destaca el de Mando de Unidades de Operaciones Especiales (curso de guerrilleros) que ha desarrollado en sus destinos en la COE 91 -Granada- la COE 81 -Orense- y finalmente como jefe del GOE VI en La Coruña durante seis años.
Está en posesión de varias condecoraciones militares, y la civil Cruz de Caballero de la Orden de Cisneros, además de numerosas felicitaciones anotadas en la hoja de servicios. También tiene dos sanciones, como comprobará el lector a lo largo del libro. En el artículo El honor del Ejército no es negociable siendo capitán. Y ya de coronel por un informe RESERVADO que elevó al Mando advirtiendo lo que era, y lo que supondría, la Ley de la Memoria Histórica.
De todas formas, como el mismo dice, las más valiosas recompensas no las tiene concedidas por Diario Oficial ni figuran anotadas en su hoja de servicios. Son la íntima satisfacción del deber cumplido y el cariño y lealtad que le profesan quienes han estado bajo su mando.